miércoles, 24 de septiembre de 2008


Por petición del público y porque he acabado otro libro interesante, escribo un nuevo comentario. Ya veo que el tema del velo da mucho que hablar, como no podia ser de otra manera...El libro en cuestión es Soft Weapons, de Gillian Whitlock. En él habla de los "veiled best-sellers", los best-sellers del velo o "velados". Por lo general, son fáciles de distinguir, porque tienen a una mujer con velo negro o un burqa en su portada, a la que sólo se le ven los ojos, que reflejan una mirada triste. Si la autora en cuestión no es muy conocida, una autoridad en el mundillo a lo Oprah Winfrey le hace una alabanza en la misma portada, del estilo..."a must-read book!". Lo de que sea "a true story of love and death (poner aqui Jordan, Afghanistan o cualquier otro país musulmán)", hace que se vendan como churros entre la población femenina de clase media de EE.UU. Whitlock dice que estos libros venden tanto porque nos hacen sentir bien, es decir, estamos colaborando con la causa de hacer oir la voz de las mujeres sin voz. En muchos de estos ejemplares, al final hay direcciones de ONGs a las que dirigirte con ese mismo objetivo. Pero lo más interesante es que Whitlock ve una estrecha relación entre la moda de estas "autobiografías" (desde el 11-S y el 2003) y los ataques de EE.UU. a Irak. Estas autobiografías tratan de "validar" la invasión de Irak y de Afganistán, usando (una vez más) a la mujer como excusa: "mira a las pobres afganas con el velo...tenemos que liberarlas de los talibanes opresores!". En fin, no sé si ya habíais pensado en esto, pero, aunque estaba claro que estaba relacionado, yo no había cído en la cuenta de que estas "autobiografías" espeluznantes, más bien testimonios, son esas "soft weapons", esas "armas sutiles", que forman parte del poder "blando", cultural, estadounidense, para justificar sus ataques a Iraq y Afganistán.