miércoles, 23 de abril de 2008

PERSÉPOLIS




Siguiendo con el tema intercultural, tenéis ahora en DVD la película PERSÉPOLIS, basada en el cómic autobiográfico de Marjane Satrapi. Por supuesto os recomiendo encarecidamente que leáis el cómic primero, sobre todo la primera parte, que es la más divertida (en la segunda la niña se hace mayor y pierde un poco de gracia, pero también vale la pena). La pega de la película para mi gusto, es el doblaje, que queda un poco soez, como suele pasar al traducir del francés al español, que le vamos a hacer. Pero es interesante ver la vida de una niña iraní en la época de los 70, durante la llamada "Revolución Islámica". Sus padres la mandan a Austria para que esté a salvo, y la joven Satrapi descubre un mundo nuevo hasta entonces desconocido para ella, en todos los sentidos. Ya lo léais o la véais, o ambas, no os vais a arrepentir.

SUEÑOS EN EL UMBRAL


Por el tema de mi tesis me he tenido que leer un libro que me ha sorprendido mucho. Se llama SUEÑOS EN EL UMBRAL. Está firmado por Fatima Mernissi, una de mis mujeres musulmanas que es una socióloga feminista marroquí. Aboga en sus escritos, de manera crítica pero desenfada, por los derechos de las mujeres árabes.
En su autobiografía cuenta su infancia en el harén en el que nació en Fez (Marruecos), que nada tiene que ver con los eunucos y las orgías.
Es muy recomendable para haceros una idea de los harenes modernos, fácil de leer y con unas fotografías geniales. En este sentido rompe esquemas y te ayuda a hacerte una idea de lo que es nacer como mujer en el mundo árabe.

BAB'AZIZ, EL SABIO SUFÍ


Supongo que será dificil de ver, porque es una de esas películas que aparecen y desaparecen en cines como los Renoir o los Golem, pero merece la pena. BAB'AZIZ es la historia de un abuelo y su nieta, de cómo atraviesan el desierto en camino a una reunión de derviches. En el trayecto el abuelo, un sabio sufí, le cuenta historias a su encantadora nieta. Es una película que disfrutas completamente viéndola, tanto por su fotografía como por su historia sin pretensiones. Cuando a Lawrence de Arabia le preguntaron que por qué le gustaba tanto el desierto, respondió sencillamente que porque estaba limpio. Pues así es esta película. Su director, siguiendo con la metáfora, quiso al hacerla, "lavar la cara" al Islam, como un hijo haría con su padre. La verdad es que te queda un buen sabor de boca al salir del cine.
Por cierto, a modo de apunte y para los que no lo sepan, los sufíes son la rama más mística de los musulmanes, y buscan a Dios como único amor, lo que equivaldría a nuestros místicos San Juan de la Cruz o Santa Teresita de Lisieux, salvando las distancias, claro. Los derviches son parte de esta rama, que buscan esa unión mística a través de giros continuados sobre sí mismos.